La Alimentación de la mujer embarazada ¿Qué se debe comer durante el embarazo? 1er tema.
Todas las mujeres una vez que inician la gestación, se preocupan por su alimentación y por sus hábitos de vida y se difunden algunos mitos, entre los que el de comer para dos es el más difundido.
En realidad el cuerpo es muy sabio y aumenta el apetito natural de la mujer desde el inicio del embarazo pero generalmente durante los primeros tres meses (14 semanas) que conforman el primer trimestre, la alimentación rara vez excede lo normal, sobre todo porque es el periodo de nauseas y disgusto por la comida y frecuentemente vómitos abundantes que hacen difícil que la mujer aumente su ingesta alimentaria. Sin embargo hay pacientes que no sienten “achaques” y que empiezan a engordar en forma exagerada desde el inicio del embarazo. Para ellas es importante que inicien un control profesional nutricional simultáneamente con el control prenatal. Recordemos que la medicina y la nutrición son disciplinas separadas y aunque su médico le dará muchos consejos sobre cómo comer sanamente, su enfoque está en el aspecto médico. Recuerde también que usted lleva un bebé en su vientre y que él o ella son comensales que usted debe alimentar sanamente y que muchos de los Después del tercer mes de embarazo, los requerimientos de alimentos aumentan en promedio en 300 calorías por encima de la cantidad normal que cualquier mujer consume, sin embargo se ha demostrado que la mayoría de las mujeres embarazadas consumen, después del primer trimestre, más de 600 calorías extra por lo que terminan engordando más de la cuenta. El requerimiento normal de una mujer promedio es de 1500 calorías por lo que, después del tercer mes de embarazo, deben comer aproximadamente de 1800 a 1900 calorías y con eso garantizan una nutrición óptima para los dos.
Los buenos hábitos nutricionales ayudarán a prevenir en la madre y en el hijo trastornos nutricionales como anemia, debilidad inmunológica que favorece ciertas infecciones y la deficiente cicatrización de cicatrices como las de cesárea y episiotomía (piquete) y sobre todo, lo que es el trastorno nutricional más frecuente en las mujeres embarazadas en occidente, la obesidad del embarazo y lactancia que frecuentemente permanece por el resto de la vida. Generalmente nuestras pacientes nos dicen: “Yo era delgadita, pero después de los embarazos, me engordé tremendamente”.
Desórdenes de alimentación que usted haga van a afectar la salud futura de su hijo o hija. Por ejemplo se ha demostrado que las madres obesas producen hijos que serán también obesos en el futuro aunque se den en adopción y se los llevan a un país lejano y nuca estén en contacto con su madre biológica.
Todas las mujeres una vez que inician la gestación, se preocupan por su alimentación y por sus hábitos de vida y se difunden algunos mitos, entre los que el de comer para dos es el más difundido.
En realidad el cuerpo es muy sabio y aumenta el apetito natural de la mujer desde el inicio del embarazo pero generalmente durante los primeros tres meses (14 semanas) que conforman el primer trimestre, la alimentación rara vez excede lo normal, sobre todo porque es el periodo de nauseas y disgusto por la comida y frecuentemente vómitos abundantes que hacen difícil que la mujer aumente su ingesta alimentaria. Sin embargo hay pacientes que no sienten “achaques” y que empiezan a engordar en forma exagerada desde el inicio del embarazo. Para ellas es importante que inicien un control profesional nutricional simultáneamente con el control prenatal. Recordemos que la medicina y la nutrición son disciplinas separadas y aunque su médico le dará muchos consejos sobre cómo comer sanamente, su enfoque está en el aspecto médico. Recuerde también que usted lleva un bebé en su vientre y que él o ella son comensales que usted debe alimentar sanamente y que muchos de los Después del tercer mes de embarazo, los requerimientos de alimentos aumentan en promedio en 300 calorías por encima de la cantidad normal que cualquier mujer consume, sin embargo se ha demostrado que la mayoría de las mujeres embarazadas consumen, después del primer trimestre, más de 600 calorías extra por lo que terminan engordando más de la cuenta. El requerimiento normal de una mujer promedio es de 1500 calorías por lo que, después del tercer mes de embarazo, deben comer aproximadamente de 1800 a 1900 calorías y con eso garantizan una nutrición óptima para los dos.
Los buenos hábitos nutricionales ayudarán a prevenir en la madre y en el hijo trastornos nutricionales como anemia, debilidad inmunológica que favorece ciertas infecciones y la deficiente cicatrización de cicatrices como las de cesárea y episiotomía (piquete) y sobre todo, lo que es el trastorno nutricional más frecuente en las mujeres embarazadas en occidente, la obesidad del embarazo y lactancia que frecuentemente permanece por el resto de la vida. Generalmente nuestras pacientes nos dicen: “Yo era delgadita, pero después de los embarazos, me engordé tremendamente”.
Desórdenes de alimentación que usted haga van a afectar la salud futura de su hijo o hija. Por ejemplo se ha demostrado que las madres obesas producen hijos que serán también obesos en el futuro aunque se den en adopción y se los llevan a un país lejano y nuca estén en contacto con su madre biológica.
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